El almacenamiento de embarcaciones ha ido evolucionando con el paso del tiempo, esto con la finalidad de encontrar métodos más efectivos para mantener los barcos seguros. Tal es el caso de la aplicación de prácticas en seco que protagonizan una variedad de beneficios.
Adaptación a las embarcaciones en seco
La realidad es que el amarre de barcos al muelle es una práctica costosa y poco práctica que tiende a ser una complicación para la manutención de la nave; ante este escenario se han buscado nuevas herramientas que consigan un ahorro monetario significativo y aumente la practicidad para la manipulación de estos vehículos.
Montacargas para barcos y embarcaciones
Las embarcaciones en seco son un método para guardar barcos fuera del agua cuando no están en uso; en vez de mantener el transporte marítimo en el agua por periodos prolongados, se coloca en un almacén diseñado únicamente para este propósito.
Esto se logra por medio de montacargas especializados que ayuden a manipular la nave sin riesgos de dañarlas; una vez que se retira del agua; se coloca en estanterías o racks en tierra firme. Para evitar mayores complicaciones, estos almacenes suelen estar ubicados cerca de cuerpos de agua, por ejemplo, puertos o marinas.
Este proceso agiliza el uso del barco, ya que se retira de manera cuidadosa con el vehículo de carga y se coloca en el agua para poder navegar en él cuando el propietario lo requiera.
Ventajas de las embarcaciones en seco
Como se mencionó anteriormente, la principal ventaja que se puede considerar es el ahorro monetario por el uso de un muelle para embarcar un barco; pero va más allá de esto, ya que es posible conseguir estos beneficios:
- Protección del casco contra la exposición constante al agua
- Reducción del crecimiento de organismos marinos en el fondo del barco
- Facilitación del mantenimiento de la unidad al conseguir un acceso sencillo a la parte inferior de la nave
Elección correcta del montacargas
Debido a la complejidad de esta práctica, es fundamental elegir la opción ideal como vehículo de carga, ya que esto facilitará la manipulación del barco y lo mantendrá seguro durante el desplazamiento.
Lo más recomendable es elegir un montacargas con elevación negativa para lograr una elevación rápida y eficiente de la nave, pero que también sea posible bajarla sin complicaciones y en un tiempo reducido.
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